sábado, 26 de enero de 2013

ACTO SEGUIDO

Ayer fue una noche mágica.

Llegamos a La Infinito a las 20:00, aunque yo llevaba pensando en lo que iba a suceder toda la semana. Estaba nervioso, ilusionado,...histérico. No es para menos, un trabajo de meses y muy personal, veía por fin la luz.
La respuesta fue magnífica, aunque no las tenía todas conmigo en un principio.
¿Cuánta gente vendría? ¿Funcionaría bien este tipo de evento, tan inusual? ¿Gustaría mi obra?
Y, lo más importante, ¿habrá más ediciones de "Acto Seguido"?

Todo salió genial. A las 21:00, comenzamos. Tuvimos un lleno total, con gente metida al cien por cien en lo que veía, en lo que se leía. Respiraban con los personajes, se sorprendían ante los gritos de rabia e impotencia, reían y disfrutaban. Fue mágico, como ya he dicho.

Pero, para mi, fue mucho más. Porque era mio: "Soledad en la habitación". La sensación que tuve de oir y ver a mis personajes vivos, sentados a mi lado. Juro que la emoción me llegaba a lo más profundo del alma. No sé explicarlo. Sólo lo noté. Y eso es algo que no se debe explicar.

Habrá más "Acto Seguido" en La Infinito. Habrá más obras, de más autores. Pero la noche de ayer, para mi fue un logro personal, el alcanzar algo que hasta ese momento se me había escapado. Y sé que hubo gente ayer allí que sintió lo que yo sentí. Eso es lo que más me llena: que "Soledad en la habitación" no se quedo en el papel y traspasó cuerpos, mentes y almas.

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