El Teatro, y el mundo de la cultura, vive épocas muy duras en estevo y removiendo almas y entrañas.
En un fecha tan marcada como esta, me gustaría recordar algo que todo el mundo sabe, pero que casi todos olvidan:
El Teatro no sólo vive en los escenarios. El Teatro también se lee.
El Teatro está vivo en las tablas, pero también puede estar vivo en la mente de la gente. Nos hemos acostumbrado a "ir" al Teatro, y, sin embargo, nos hemos olvidado de leer ese mismo Teatro. A la vez que podemos encontrar en una sala una obra novedosa, una compáñía trabajadora o una propuesta interesante; en un libro también se pueden hallar grandes dramas o comedias que de otro modo no conoceríamos. Podemos encontrar nuevos autores con los que nos identifiquemos. O redescubrir a otros no tan nuevos. El Teatro, a fin de cuentas, antes de subir a escena, nace en el libro.
Por eso, hace ya meses Vaivén Teatro (http://www.vaiventeatro.blogspot.com.es/), Teatro36 (http://teatro36.wordpress.com/) y el bar La Infinito unimos esfuerzos y ganas para proponer Acto Seguido, nuestro espacio de lecturas de autores nóveles. Nos acercamos ya a la tercera noche de lecturas, pero hoy no es ese el tema que me atañe.
En la anterios noche leimos unos fragmentos de mi obra de reciente publicación "En estado de espera" (http://www.naque.es/) y, aprovechando las circunstancias, realicé unas entevistas a las tres magníficas actrices que prestaron su voz, su cuerpo y su trabajo para llevar a cabo la lectura.
Ellas tuvieron el privilegio de ser las primeras en aproximarse a los personajes principales de la obra, de conocerlos y trabajar con ellos. Su profesionalidad y su seriedad, a pesar de la brevedad del evento, dotaron a los personajes de una vida y una fuerza inusual. Ellas son Eider Esnaola, Olga R. y Aida Mercadal.
Y, por ello, os dejo aquí la primera de las entrevistas. Espero que la disfrutéis.
EIDER
ESNAOLA.
Eider
Esnaola es
Ángela,
la enfermera-jefe del hospital-prisión donde las mujeres
embarazadas, sin los permisos adecuados, son encarceladas; es decir,
del Proyecto Sigma.
Pregunta.-
¿Desde
donde has partido para crear a Ángela,
tu personaje?
Respuesta.-
La verdad que lo fácil sería decir que es
una persona atormentada, con problemas y traumas infantiles que la
han convertido en lo que es; algo parecido a un justificante. Pero
realmente creo que Ángela
ha tenido una niñez sana y feliz con dos padres que la adoraban y un
hermano mayor al que quiere mucho aún. Su pasado es como el de un
niño “normal” sólo que ella es así. Es sádica y disfruta con
el sufrimiento ajeno, tal vez más con el sufrimiento físico ajeno.
Bien sea aplicando castigos ella misma o viendo a alguien con poder
mayor.
En general le encanta su
trabajo y se dedica por completo a ello, nunca ha tenido pareja ni ha
pensado en tener familia. Vive por y para el proyecto.
Pregunta.-
¿Cuáles
son, desde tu punto de vista como actriz, los atractivos de tu
personaje?
Respuesta.-
Hacer un personaje “malo” siempre es más
divertido, desde mi punto de vista, pero hay que tener cuidado con
arrastrarlo hacia lo externo o lo estereotipado; que quede vacío.
Ahí está el reto, en que hay que construir un personaje que siente
realmente todo, que no es irónica y sarcástica todo el tiempo.
También son importantes los momentos con Aída
y su relación: para Ángela
es una persona muy importante y creo que se tiene que definir bien
cuál es esa relación entre ambas.
Pregunta.-
¿Cómo afrontas el enfrentarte a este
personaje? ¿Cuál crees que es su característica dramática más
complicada?
Respuesta.-
Creo que la característica más complicada
es la mirada que tiene que tener. Me imagino a un personaje que
corporalmente no sea alguien muy diferente a una persona de a pie
pero se tiene que ver todo lo que piensa, siente,… en cada momento
en su cara y en su mirada.
Pregunta.-
¿Qué opinas sobre el personaje, visto
desde el argumento de la obra en conjunto?
Respuesta.-
Me gusta el personaje. Es un personaje
“secundario” pero muy fuerte. Bien encajado en el conjunto de la
obra y dramáticamente rica para interpretar. Al no tener muchos
datos de su vida, una puede jugar y crear distintas Angelas
libremente que pueden encajar perfectamente, por eso lo bueno es no
quedarse en lo obvio y buscar más allá.
Me
encantó hacer este personaje realmente disfruté y casi disfruté
más en la segunda escena que hicimos que con la primera. Era un
cúmulo de sensaciones que me iban cargando y no me podía casi
mover. Dejarse cargar de todo eso y notar cómo pasan millones de
cosas por tu cabeza, estómago, corazón,… es algo increíble. Me
gustó mucho porque casi no hubo tiempo de crear personaje y tienes
que dejarte llevar por el instinto y tener mucha escucha en tus
compañeras para realmente estar ahí en todo momento. Compartir esto
con Aída y Olga
fue interesante ya que nunca había trabajado con ella y creo que
ayudo porque al no tener tanta complicidad como con gente que ya
conoces aún tienes que vivir el momento más.
La
verdad fue un gustazo prestarle mi cuerpo a Angela
para dejarla libre unos minutos.