martes, 11 de junio de 2013

EN ESTADO DE ESPERA: SEIS MESES.

Se han cumplido seis meses desde que publique con Ñaque editora mi primera obra de teatro "En estado de espera" (http://www.naque.es/index.php?page=shop.product_details&flypage=flypage_new.tpl&product_id=171&category_id=15&option=com_virtuemart&Itemid=108&vmcchk=1&Itemid=108).

He decidido lanzar un pequeño recordatorio de esta obra. En ella nos encontramos en un futuro próximo en el que el estado domina todo y a todos; para tener un hijo hay que pedir permisos especiales y tener cierto grado de autonomía económica: las mujeres que no lo hacen son encerradas y entran en el proyecto Sigma, una cárcel donde son obligadas a tener al niño para que pase a ser propiedad del estado.

Hay dos puntos importantes en esta obra. Por un lado, tenemos el aborto, piedra sobre la que la gira el argumento. En ese futuro las mujeres son despojadas de la decisión sobre su propio cuerpo y obligadas a parir. Una persona a la que tengo mucho aprecio me pregunto cuando se leyo el libro. "Santy, ¿de verdad crees que se puede llegar a estos extremos?". Mi respuesta fue obvia. SÍ. Y hoy, tenemos una nueva ley del aborto que lo ejemplifica a las mil maravillas: no importa la mujer, no importa si puede hacerse cargo de ese niño, no importa nada; sólo que el niño nazca.

Por otro lado, tenemos el tema de la obra; su verdadera razón de ser: el abuso de poder. Un estado que lo domina todo, que en su dicatatorial despotismo marca el camino a todos sus ciudadanos, y, a los que se rebelan, les persigue y tortura. A esto, comunmente, se le llama dictadura. Pero, si nos fijamos, en este país tampoco estamos lejos de esta situación. Gracias a nuestra ley electoral, cuando un gobierno alcanza mayoría absoluta puede hacer lo que quiera y como quiera, no importa lo que piense la ciudadanía: subir impuestos, LOMCE, privatizar sanidad, reforma laboral, acabar con los derechos sociales... y un largo etcétera. Y si surgen voces populares contra dicho gobierno, se las criminaliza a través de los medios de comunicación.
En "En estado de espera" todo esta llevado al extremo más radical, cruel y brutal; pero no nos engañemos pensando que no puede suceder porque está ocurriendo.

Mi intención NO es meterme en asuntos de moral sobre si el aborto está bien o mal; NO es hacer panfletismo; NO es nada de eso. Mi intención es remover estómagos, que la gente continúe pensando cuando salga del teatro o termine de leerla, agitar sus conciencias. PENSAR. Esa es mi intención.